En el crochet utilizamos una sola herramienta: la aguja, también conocida como ganchillo o simplemente crochet, igual que la técnica.

Su forma es similar a la de un lápiz: cilíndrica, ligera y pensada para sostenerse con una sola mano.

La característica principal es su punta con gancho, que permite tomar el hilo y trabajar los diferentes puntos del tejido.


Partes de la aguja

Podemos distinguir varias partes en su estructura:

  • Mango: la parte posterior del cuerpo principal, donde se apoya la mano.
  • Grip: una zona más plana que sirve de apoyo al dedo y punto fijo para trabajar con mayor precisión.
  • Lomo: la sección posterior al grip, donde se van montando los puntos mientras se teje.
  • Gancho: el extremo que sostiene y engancha el hilo para formar los puntos.
  • Punta o cabeza: permite introducir la aguja en los puntos de base para crear nuevos puntos.

Formas de sostener la aguja

Existen dos formas más comunes:

  • Tipo cuchillo: la mano queda por encima de la aguja.
  • Tipo lápiz o pincel: la aguja se apoya sobre la mano.

Más allá de la técnica, lo importante es que te sientas cómoda. Esta aguja será tu compañera de creación, así que encontrá la forma que te resulte más natural.


Tipos y materiales

Hay una gran variedad de agujas de crochet, elaboradas con distintos materiales:

madera, bambú, acrílico, acero, plástico o silicona.

Algunas incluyen mangos ergonómicos, ideales si sentís molestias en las manos durante el tejido.


Tamaños y efectos

Las agujas se fabrican en diferentes tamaños, lo que permite obtener efectos variados en la trama:

  • Las agujas pequeñas producen tejidos más compactos.
  • Las agujas grandes generan tramas más sueltas y caladas.

Para elegir la aguja adecuada, comprobá que el gancho sostenga completamente el hilo que vas a usar.

Esto asegura que el tamaño sea el correcto para el grosor del hilado.


Sistemas de numeración

Existen distintos sistemas para identificar el tamaño de las agujas:

  • Métrico (mm): mide el diámetro de la aguja.
  • Americano y inglés: usan numeraciones propias que varían entre sí.

Conocer estas equivalencias te ayudará a elegir la aguja perfecta para cada proyecto.